
«Aprovecharé esta oportunidad para glosar la figura de Amando Blanquer desde mis vivencias personales y mis impresiones como intérprete de sus obras pianísticas. Es el momento para reflexionar acerca de sus referentes estéticos y sus componentes formales.
Mis recuerdos y mis vivencias me llenan de nostalgia pues me unían vínculos emocionales que sobrepasaban lo meramente artístico y musical y que dejaron en mí su impronta y determinaron mi carrera». Marisa Blanes
Empiezo con unas breves referencias biográficas. Amando Blanquer se inicia como músico en la banda «Primitiva» de Alcoy con el instrumento que nunca le abandonó, la trompa. Estudió en Valencia con Manuel Palau y Miguel Asins Arbó y, en París, abordó distintas disciplinas musicales con grandes maestros como Daniel Lesur y Olivier Maessien. Ser premiado con el «Premio Roma», le permitió estudiar con Godofredo Petrassi.
Apuntaré, enumerando, algunas de sus aportaciones musicales:
- Catálogo prolífico en todos los géneros: sinfónico, camerístico (147 obras), para conjuntos de viento, para solistas de viento-metal…
- Aportaciones al mundo de la banda: enriqueció el repertorio, transcribiendo muchas composiciones sinfónicas y dirigiendo a su vez las principales bandas de la Comunidad Valenciana. Su mirada y conocimiento del mundo de la banda hizo que compusiera para todos y cada uno de los instrumentos solistas de dicha formación.
- Fue un gran impulsor de la Música Festera modernizando su lenguaje y fue asimismo «creador» de las marchas cristianas y del género festero-litúrgico de la «Missa a Sant Jordi».
- Su labor pedagógica fue inmensa, creando una escuela de composición desde su Cátedra de Composición. Esta fue una clase nutrida a la que pertenecen gran parte de los compositores actuales (Cesar Cano, Rafael Mira, Rafael Talens, Bernardo Adam, Enrique Sanz…). En sus clases fue muy importante el aprendizaje de la técnica dodecafónica, de los modos sistemáticos y de los ritmos sin retrogradación. Se analizaron las músicas de Bartok, Debussy, Stravinsky, Schoenberg, Webern, Messiaen, Albéniz… también el estudio de la orquestación se cuidó de manera especial, los timbres y su analogía con el color, la necesidad de que cada composición encontrase su propia forma musical.
- Desempeñó el cargo de director del Conservatorio de Valencia durante cinco años.
- Entre sus múltiples facetas promovió importantes ediciones musicológicas desde su papel como asesor de la Diputación de Valencia. Desde el proyecto de «Retrobem la nostra música» realizó una inmensa tarea divulgativa de la música para banda.
- Revitalizó el folclore valenciano con sus «Danzas valencianas» y su «Ritual i danses d Algemesí». Es interesante resaltar las referencias geográficas que aparecen en sus obras, siempre sus queridas montañas alicantinas «Aitana», «Serra Gelada», «Serrella» y «Mariola».
Escribió dos tratados: Teoría del Contrapunto y Análisis de la forma musical.
La obra pianística de Amando Blanquer no suele formar parte del repertorio pianístico habitual quizás por su dificultad técnica. Estas composiciones tienen un marcado acento personal y están, pues, alejadas conscientemente de tendencias y etiquetas, si bien dada la formación parisina del compositor, su música ofrece rasgos de las vanguardias francesas de mediados del siglo XX.
Características:
- Sus materiales temáticos no derivan de melodías preexistentes como la música nacionalista, sino que se basan en ideas sonoras en abstracto, escalas modales y la utilización de una amplia gama de intervalos en diferentes registros. Utiliza el atonalismo y lo combina, con gran inventiva melódica. El juego combinatorio de pequeños elementos melódicos y armónicos crea la mayor parte de las secciones. Utiliza la polimodalidad, politonalidad, polirritmia y a veces efectos de música electrónica.
- El papel de la tímbrica era muy importante para Amando. Solía decir que lo primero que se capta es el sonido, el lenguaje sonoro ya que para él la estructura y la forma eran más analíticos.
- El compositor era un ecléctico, es decir, no se adscribía a ninguna tendencia. Enlazó la continuidad histórica sin rupturas. No era partidario de abolir sino de trascender.
Blanquer siempre reconoció el tributo de los grandes compositores a los que admiró contando la gran revelación que supuso conocer a Messiaen, que tanto le influenció espiritualmente. Toda su producción musical se basa en la búsqueda de una línea personal en la composición, acorde con una forma de ser liberal e independiente. Blanquer asume la música de su época, pero no se incluye en ninguna tendencia, lo cual conecta su obra y su vida. En su obra, como él mismo reconoce, habla por igual como artesano, como artista y como hombre.
Fue un innovador como compositor y una persona entrañable, buena y generosa.
Decía Amando Blanquer que la interpretación es la esencia de la música, que el compositor ha hecho evolucionar el lenguaje musical pero que es el intérprete el que le da vida haciendo participe al público, engrandeciéndolo. Según la calidad del intérprete se llega a un éxtasis espiritual o se queda la interpretación en una mera bruma de sonoridades. Esta, es una música muy atractiva para el instrumento por la originalidad con la que aparecen las ideas convertidas en esencia musical. La partitura es aquí como un plano de arquitecto, el intérprete la transforma en obra viva.
No hay pues una sola interpretación hay tantas posibilidades como intérpretes y cada una por distinta que sea con la misma valoración de autenticidad porque la calidad y visión estética de la música es la que pone el intérprete. El piano es el medio donde el compositor expresa sus confidencias sonoras siendo a las vez técnica y creación de un mundo imaginario y de fantasías sonoras. Todas estas composiciones revelan un alto dominio de la técnica de la composición musical utilizando técnicas muy diversas no tienen nada que ver las «Variaciones para piano» (obra dodecafónica) con los «Homenajes» por poner un ejemplo.
Amando Blanquer fue un hombre de trato sencillo y afable, siendo fiel a sí mismo y alcanzó como compositor uno de los primeros lugares en el ámbito de la música valenciana.
Algunos pensamientos del compositor…
Blanquer tiene una concepción humanística de la música, que pone al hombre como destinatario de un arte musical que sirve para enriquecerle. Lo primero que se capta según el maestro, es el sonido, el lenguaje sonoro. L estructura y la forma (que es otro cariz del lenguaje) son más analíticas. La música siempre es una manifestación trascendente, que intenta captar a través del objeto sensible, el objeto afectivo.
Sus máximas:
La música es fundamentalmente trabajo, un trabajo constante y cotidiano. La elaboración de una obra es un largo proceso.
La música nos hace mejores.
Sobre la interpretación:
- Señalar la importancia que concede al intérprete.
- Blanquer resalta que sin el intérprete la música no sería nada.
- El intérprete es quien nos sitúa en la época y ambiente social cultural en el que la composición fue escrita, completa y llena de vida aquello que el compositor ha reflejado en el pautado.
- La partitura no es la obra musical sino un proyecto para que el intérprete la realice.
CRÉDITOS
© Marisa Blanes, 2006
ISBN: 84-7784-500-X
Depósito Legal: A-788-2006
Edita: Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert
Amando Blanquer: Vida y Obra fue Premio a la investigación del Instituto Juan Gil-Albert de la Diputación de Alicante en 2005.